Arrancó el partido y Boca fue al frente mostrando más iniciativa para abrir el marcador. Pero a los siete minutos una jugada desafortunada puso a Independiente arriba en el marcador.
Daniel Montenegro puso una pelota en profundidad para el pique de Gastón Machín, que tiró un centro bajo buscando la entrada de Germán Denis. Julio César Cáceres quiso evitar el gol del delantero, pero en el intento de sacarla, se le metió en su propio arco.
Boca acusó el golpe y empezó a avanzar en el campo de Independiente a fuerza de las pelotas paradas de Riquelme y algunas escaladas de Alvaro González por la derecha. El partido se hizo entretenido, de ida y vuelta, pero muy parejo a la vez muy parejo en la mitad de la cancha.
A los 43 minutos las cosas se complicaban más, Paletta fue el piso a buscar una pelota y le entró muy duro a Freddy Grisales. Baldassi no dudó y expulsó al defensor xeneize.
En la segunda mitad, Boca se hizo dueño del partido. Iba con todo a buscar el empate y el hombre de menos no se sentía. Independiente no conseguía la pelota y marcaba mal.
Tanto fue a buscarlo el equipo de Ischia, que tuvo su recompenza. Riquelme llegó con pelota dominada hasta el borde del área, tocó corto para Boselli, que le devolvió el pase de primera. El 10 fue a buscarla y puso la pelota con la cara interna de la pierna derecha al palo más lejano del arquero Assman. Era el merecido empate.
Sobre los 20 minutos finales, el hombre de más que tenía Independiente desapareció y Boca tuvo tres oportunidades clarísimas de gol. Un tiro libre de Riquelme y un remate tremendo de Boselli que Assman salvó en gran forma. Además, Palacio desperdició una chance increíble, definiendo mal luego de haber eludido al arquero de Independiente.
Boca sumó un punto, en un partido donde mereció mejor suerte, por buscarlo más, incluso con un hombre menos.
Besos
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Martin Palermo 
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